Me encuentro buscando una narradora con experiencia para que realice el audiolibro de mi novela llamada "La que un día fui" que cuenta con 57003 palabras. Debe ser una persona con una buena voz. 100% humana la voz (esto es importante porque no se permite uso de software o programas que lo hagan).
Solicito que sea mujer la narradora dado que la protagonista de la novela es mujer y está en primera persona redactada.
Debe ser entregado en formato MP3, cumpliendo con los requisitos de Findawayvoices y ACX, porque será publicado en esas tiendas.
https://my.findawayvoices.com/docs/Technical_Requirements_for_Assets.pdf
De no cumplirse con todas las condiciones anteriores (requisitos de las páginas también), el trabajo no puede ser aceptado, dado que no podré utilizarlo para subirlo a esas plataformas.
El pago por hora terminada es de $50. El tiempo de entrega de 15 días (podemos negociar).
Las interesadas, por favor mandar una muestra de audio del siguiente texto:
"capítulo uno
cuando pienso en mi niñez, me doy cuenta de que tuve una muy buena. Jugué, reí, me divertí, aprendí muchísimo, en fin, todo lo que un niño debería hacer durante su niñez. Los problemas empezaron con mi adolescencia, por lo que suelo rememorar muchos momentos de mi niñez cuando quiero sonreír y alejarme un poco de la realidad.
Mis padres siempre intentaron, a pesar de todos los problemas de los años de guerra y del desabastecimiento que venía unido a esos acontecimientos, que nosotros estuviéramos bien y ajenos a la crisis que existía. Recuerdo algún que otro momento en que nos desajustaron la cabeza a mi hermano y a mí, pero la mayoría de los momentos de los que me acuerdo son tan buenos que no tengo ninguna objeción en contra de ellos.
La gente suele decir que mi memoria es muy selectiva porque solo recuerdo aquellos momentos felices o no tan malos, que así no se puede vivir porque no aprendo de mi pasado, pero ahora yo pregunto: ¿no es mejor vivir así? Es decir, ¿de verdad tenemos que ser una máquina de recordar momentos malos y tristes que detalla hasta los últimos acontecimientos y que solo almacena cosas negativas? No lo creo, me parece que vivo mucho más feliz pensando que tuve una excelente infancia sin muchos momentos desagradables.
Pero, al igual que todos los seres humanos que no quieren repetir los mismos patrones negativos, tenemos que entender nuestro presente, dándole importancia a nuestro pasado, por lo que empecemos por mis recuerdos más lejanos y no tan buenos. Esto es con el fin de entender los acontecimientos que ocurrieron durante todos estos años y que me llevaron a ser la persona que soy hoy.
Mi nombre es Leticia Valeria Vitota. Nací en una época muy difícil, en el año 1910, antes de la Primera Guerra. No tengo muchos recuerdos de los años de guerra, pero sí de después, cuando Mussolini estaba ansioso de poder y mi pueblo, Predappio, el pueblo natal del Duce, presente en la región de Emilia-Romagna, estaba hundido en el resentimiento y el hambre.
Han pasado muchísimos años en los que he querido contar mi versión de todo lo que pasó en mi país y por qué tomé las decisiones que tomé. Este es el mejor momento para hacerlo.
Después de la Primera Guerra Mundial, no es un secreto que Italia estaba completamente desmoralizada por una victoria sin ninguna retribución para el pueblo por no haber salido muy bien parada en el reparto de la Conferencia de Paz de París de 1919. El Tratado de Versalles no hizo más que empeorar ese sentimiento de frustración. La ideología socialista se había apoderado de las ciudades, dadas la hambruna y la desilusión por una pérdida abismal de vidas, por lo que los liberales, la clase media y la clase alta se vieron profundamente afectados en todas las partes del país.
Me contó mi mamá hace un tiempo que, en esos años posteriores a la Primera Guerra, mi familia había perdido tierras, ganado y muchos bienes que los dejaron pobres, desmoralizados y frustrados, pero peor que eso fue la rabia que emanaba esos días de los corazones de los miembros de mi familia por la pérdida de mi abuelo y un tío, hermano menor de mi papá, y el papá de mi papá, en la Gran Guerra.
Mi papá me decía que mi abuelo no estaba de acuerdo con la guerra porque pensaba que Italia no estaba lista para una batalla de esa magnitud contra unos países con tanto armamento y ejército. En cambio, mi tío creía que la guerra era la mejor forma de enaltecer el nombre de Italia y conquistar nuevos territorios tan necesarios para la nación. Me contaba mi papá que mi tío estaba tan emocionado antes de montarse en el transporte del ejército que saltaba y reía mientras le decía a mi papá que todo iba a estar bien, que era un pesimista por tenerle tanto miedo a la guerra y que cuando llegaran, en unos pocos días, comprarían la finca de al lado de la de mi abuelo y sembrarían de todo lo que pudieran para vender en el pueblo."
Contexto general del proyecto
Quiero publicar el audiolibro de mi novela.
Plazo de Entrega: 30 Julio, 2022